SANTIAGO, PATRON DE ESPAÑA.

Poco que decir cuando he dicho tanto sobre el Camino de Santiago.Solo tengo ganas de que llegue noviembre y pueda de nuevo pisar esa tierra, sentir el dolor en los pies y el placer que produce llegar al albergue y poderlos enjuagar con agua fría. Recibir tanta cantidad de sensaciones nuevas en un solo día y dormir pensando que cuando amanezca, otra inyección de sensaciones te están esperando para que las disfrutes. Caminar y saber que cada paso que das te acerca mas a la meta pero sabiendo que no quieres llegar aun cuando es inevitable. Abrazar cada piedra, cada recodo del camino, cada árbol y pensar que solo eres uno mas entre los miles y miles de peregrinos que atreves de los tiempos han sentido lo que tu sientes. En definitiva una experiencia única que tras dieciséis años viviéndola, me muero por volver a repetir porque cada año es distinto a otro.